En la vaquería, además de ver las instalaciones, el vaquero y paisano del pueblo de Segundo, nos estuvo explicando como funcionaban este tipo de explotaciones y algunas curiosidades. En la visita de los mayores, que fue en la que estuve yo, los chicos no dejaron de preguntarle cosas, se notan que estaban interesados. Estarían cansados, pero la visita les gustó. También nos pasamos por las estancias donde tenían a las "vaquitas bebes". Y vimos al toro, que para sorpresa de todos los chicos también tenía manchitas como una vaca, ¡que cosas!
Lo de la panadería fue algo más improvisado, nos teníamos que levantar a las 3 de la mañana y no fuimos todos. Tras preguntar a los chicos quien quería venir y chequear su estado de agotamiento, levantamos sobre todo a los más mayores y nos los llevamos. Tranquilos, estaba muy cerquita, pero en las fotos se puede ver alguna carilla de cansancio. Al día siguiente nos levantamos un poco más tarde y listo.
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